martes, 20 de noviembre de 2012

¿"Mala" periodista?

Lamento decir que he tenido muy descuidado este blog de aventuras maternas, pero he estado muy ocupada vivíendolas, además de estar haciendo una tesis y trabajar cuál pequeña loca para que mi jefe no diga que "no soy colaborativa, ni apoyo al equipo" y ¿quién del equipo me apoya a mí cuándo se trata de ser madre? Exactamente NADIE.

Hace tres o cuatro semanas aproximadamente me llamaron la atención, porque aparentemente yo tenía un problema de actitud, por lo que no estaba haciendo mi trabajo "adecuadamente", todo a causa de dos ocasiones que no estuve en la oficina a las 9 en punto de la mañana y una que me desaparecí después de la comida (porque choqué), lo que provocó tres semanas sin auto y claro días de impuntualidad, pero están de acuerdo que es un caos viajar con un niño en taxi, camión y todo lo conocido como transporte público en la Ciudad de México y a eso sumarle que a mi Little Monster le dio por agarrar una gripa de miedo el día que me pidieron que cubriera "el evento más importante de los profesores" (montón de mierda); y pese a todas las faltas anteriores mis notas y mi trabajo siempre estuvo a tiempo y en forma... ¿dónde estaba el problema? en mis apariciones físicas.

Sin embargo lo que descubrí el día que me "llamaron la atención" es que todas las mamás son empáticas y una vez que expones tu catástrofe como madre primeriza obtienes la linda respuesta de la jefa (de tu jefe): "para tu suerte sé lo que es ser madre y dos veces y lo que necesites yo te apoyaré"; ¡Dios! me volvió el alma al cuerpo y supe que no me correrían después de eso y que claro las enfermedades y demás travesuras de mi hijo ahora son totalmente comprendidas.

Lamentablemente sigo siendo periodista y digo lamentablemente, no porque lamente mi profesión, me encanta y me seguirá encantando, sino que los jefes esperan que siga haciendo coberturas a deshoras, que sobreponga mi hora de salida, que implica ir por mi hijo, y me quede dos horas más sólo porque surgió una conferencia "sorpresa", eso no pasará; claro que seguiré redactando, haciendo reportajes de cosas importantes y trascendentes, porque para eso decidí ser periodista para cambiar con las letras y la información un poco de lo asqueado y horrible que está el mundo.

Pero lo siento mi estelar de cada día es que me digan ¿Qué hizo mi pequeño hoy? Si ya sabe tomar la sonaja por sí solo se lo anunciaré a su padre y demás familiares, además de que será colocado en Facebook como la mayor aventura del día.

En efecto en este camino voy de periodista a mamá. 

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