martes, 26 de junio de 2012

El temible Seguro Social

El tener a tu bebé en el Seguro Social es cuestión de mucha calma, digo yo espero tener la fortuna de ocupar mi seguro de gastos médicos mayores y que nazca en un particular; pero después de lo vivido esta última semana, no sé si la gente está loca o en verdad la culpa es toda del seguro.

Primero hace una semana me tocó ir a una plática que es necesaria para que te pasen con el especialista, porque sino vas nunca tendrás tu cita, pero la plática fue todo lo que no me esperaba, para empezar te citan a las 7:30 de la mañana para que pases hasta las 8 a una salita de juntas junto a las camas dónde están ingresadas las recientes madres; entonces ves caras de "ya me quiero ir" o escuchas ronquidos de lo que fue una larga noche, pero finalmente te sientan y llega la trabajadora social con la nutrióloga, una enfermera y un médico; la primera en hablar es la nutrióloga que se la pasa 35 minutos diciéndote que es importante amamantar a tu bebé y que tú tomes agua mientas haces esto (35 minutos para eso); una vez que ella termina pasa la enfermera con un muñeco para enseñarte la posición en que debes colocar a tu bebé para darle de mamar, en eso se te va otra media hora porque te dice y le tiene que dar su leche porque nosotros ya no les vamos a dar fórmula por parte del IMSS y eso sale más caro, pero cuándo termina su sermón pregunta cuántas madres trabajadoras hay y cambia todo sentido con la frase "okei a ustedes se les va a entregar su leche de fórmula cada mes en su clínica", entonces ya no sabes ni que demonios creer.

Entonces llega el momento más divertido cuándo pasó el Dr. Cubano (no sé como se llama, pero es cubano jaja) y dice "bueno pues cuándo se sientan mal vienen a urgencias... si se les rompe la fuente vienen a urgencias... si les duele la cabeza vienen a urgencias" para no hacerles el cuento largo hasta un dolor de uña te remitía a urgencias; entonces tuvo que hacer tiempo porque la trabajadora social andaba resolviendo "un caso de la vida" así que comenzó a preguntarle a cada una su edad y que número de embarazo era; para empezar yo era la mamá primeriza más grande del lugar, de ahí en fuera todas las que rondaban mi edad iban por su segundo o tercer hijo y las que eran más grandes era el cuarto o quinto, amigos sí seguimos teniendo un problema de educación en este país, necesitamos que se base en "ten los hijos que puedas mantener dignamente"; pero esos no fueron los casos que más me sorprendieron, sino el que se ganó mi atención fue el de una mujer que era su segundo bebé, era madre soltera por segunda ocasión tenía 14 semanas de embarazo e iba porque era de alto riesgo ya que padecía artritis reumatoide juvenil y mientras está embarazada deja de tomar su medicamento lo que la hace tener dolores muy fuertes todo el tiempo en las articulaciones de su cuerpo y pues ni se diga el parto, pero además tenía un hematoma entre la placenta y el útero y tenía poco que se lo habían detectado por lo tanto tenía riesgo de TODO, lo que me sorprendió después de que contó su historia fue la seriedad con que el médico le dijo "señora usted y yo tenemos que platicar allá afuera, porque está poniendo en riesgo su vida, es madre soltera y ¿quién se va a hacer cargo de su hijo?", ¿en serio vivimos en un país dónde alguien que se tiene qué hacer cargo de una pequeña vida es tan irresponsable?.

Planteada esa duda partimos a visita del lunes a urgencias, pues resulta que amanecí con la panza dura, pero como ya me había pasado el domingo y rescotándome y tomando un baño de agua caliente se me había quitado pensé que el tratamiento funcionaría por segunda ocasión; pero ¡oh, sorpresa! no funcionó; así que mi señor me llevó a la sala de urgencias de la clínica 32, la que yo sugerí porque dije "no tengo nada y me van a devolver a mi casa", lo divertido fue que me ingresaron para hacer una prueba de bienestar fetal, ya que pese a que no tenía dilatación y todo conducto por el que pudiese salir mi hijo estaba cerrado yo tenía contracciones sin dolor muy continuas; entonces nos encerraron durante cuatro horas para un monitoreo fetal, donde primero me pasaron un suero, después me pusieron unos monitores sobre la panza para escuchar su corazón y ver la intensidad de las contracciones; pero mientras esto me ocurría a mí en la cama de enfrente estaba una mujer en labor de parto, que todo el tiempo se quejaba, pero conforme aumentaron sus contracciones los gritos empezaron con algo así como "yaaaaaaa, sáquelo", "ya no puedo", "yo no sé como las mujeres pueden hacer esto más de una vez", "yaaaa", eran unos gritos lastimeros que lejos de asustarme me daban risa, lo mejor eran los residentes tratando de calmarla, pero entonces llegó la jefa de enfermeras (esas nunca perderán su fama de malvadas, mi mamá lo fue en sus épocas de enfermera, pero creo que era demasiado buena); entonces le dijo "deja de gritar que estresas a tu bebé, baja su ritmo cardiaco y no estás aprovechando las contracciones para pujar; así que cállate y puja", que trauma porque además la mujer no quería pujar; en ese drama se les fue una hora, hora en la que el suero que me pusieron para mitigar las contracciones se acabó y empezó a salirme sangre por el catéter, cosa que no me divertía mucho, pero me distraía el grito de "por favor ya sáquenlo"; la verdad es que ni me asustó eso, me asustó más el diágnostico que me dio el médico que consiste en que mi hijo probablemente llegue a este mundo en una semana más porque ya tengo actividad uterina, eso significa que cualquier día se rompe lo que se tenga que romper y se dilata lo que sea necesario y él llega al mundo. La verdad eso me gusta para calmar mi ansiedad, porque pronto abrazaré a mi bebé entre mis brazos, lo que sí prometo es no gritar para que su llegada sea más pronta.

Lo que sí tengo es el recuerdo de mi bonito identificador de tela adhesiva del IMSS.
 

martes, 12 de junio de 2012

¿Y la panza?

Si algo me pudo traumar desde el inicio del embarazo era el cuándo me saldría la panza, si se me botaría el ombligo y si me saldrían las espantosas estrías; tuve mucha suerte mi panza ha sido pequeña, pese a lo enorme que ya es a los siete meses casi ocho, y aún así no es de las dimensiones que he observado en otras mujeres; no se me botó el ombligo y las estrías aún no hacen su aparición, pero esta última es gracias a los montones de crema que pongo en mi panza tanto en la mañana como en la noche y los trucos que me dice mi mamá, como que me ponga alcohol antes de la crema para que esta se absorba mejor.

Sin embargo, el comentario que no olvidaré y siempre interpretaré como envidia fue "sino supiera que estás embarazada sólo diría que estás más gorda", juro que en ese momento estuve viéndome por todos los ángulos existentes para ver si en verdad sólo era más gorda, entonces comenzó a urgirme que me saliera panza, pero a los cuatro meses sólo era como un bultito que aún cabía dentro de mis pantalones habituales, pero aún así fui a buscar ropa de embarazada, en realidad mi clóset embarazoso no es muy grande, consta de dos pantalones, un overol, una blusa y un vestido (este último destinado a dos bodas) y creánme no traigo lo mismo todos los días y juro que me veo bien (jajaja) porque como mi panza no ha crecido demasiado aún cabe dentro de mis blusas habituales, ahora sí aplica la frase de todas las mamás "de la moda lo que te acomoda" y hay días que quisiera quedarme todo el día en camisón o en calzones con tal de no tener que vestirme, porque siento que nada me queda, creo que conforme avancen los meses esto va a empeorar, pero siempre existirán esos vestidos de resorte arriba que mi mamá cose en su máquina y la verdad son lo más fresco del mundo.

Pero yo tengo algo que ustedes no, una abuela a la que le molesta que se me marque la panza y me pide que use "batitas", les soy sincera no hay cosa más horrible que las batitas de hace algunos años, esas que tenían un moño gigante al frente en el que parecías carpa de circo, porque he visto que conforme pasan los días me siento más enorme y eso no es lo peor sino que me siento así, cuándo dejé de ver mis pies al bajar la mirada dije "ya no hay vuelta atrás", ahora no es sólo eso sino que si la televisión está al  nivel de la cama o de la sala y yo estoy acostada me pierdo de la mitad de la pantalla (jajaja), pero me he acostumbrado.

Lo que amo de mi panza es que sé que es lugar más seguro del mundo donde puede estar mi bebé, ahí nada le pasa, temo el momento en que esté fuera y "lejos" de mí, porque eso sí lo más lejos que lo aceptaré de mí es a cuadra y media de distancia, porque sé que de no ser así me volveré loca, después de tantos meses de dedicarme a conocerlo, de saber que odia el calor, los ruidos agudos y la música de Rocío Durcal (este último creo que es de herencia); pero que su música favorita es el Heavy Metal y se puede poner muy de buenas con la canción "flower" de Moby; además de que es fan de las bailarinas de árabe y hawaiano (hombre al fin y al cabo) y que cuándo su papá llega y pone su mano sobre mi panza él comienza a moverse y a patear como si le diera todo el gusto del mundo saber que llegó.

Lo que les puedo dejar es que aprovechen que la ropa de embarazadas ya no es fea, puedes ser totalmente tú en tu estilo, ya sea hippie, rockera o fresa y que si algún día tienen una enorme panza con bebé adentro hay que disfrutarla, conocer al ser que vive dentro y empezar a darle todo el amor del mundo, porque nunca volverá a estar más seguro.


viernes, 8 de junio de 2012

La ForoAdicta

Les dije que sabía por mis clases que vivimos en Era del Información y el Conocimiento, pero que complicado es comenzar a buscar, pones la palabra "embarazo" en google y lo primero que quieres saber es "si vas a tener suerte", pero eso no te lo dice google, te manda a páginas como wikipedia que te explica con todos los tecnicismos posibles qué es el embarazo y de ese estilo otras 20 páginas con terminología médica, de repente imposible o hasta asquerosa de leer.

Cuando finalmente encontré la página que me decía semana a semana lo que me pasaba (en español y hasta con algo de cariño) y que además tenía la amabilidad de darme consejos para que mi vida de embarazada fuera más llevadera me topé con el descubrimiento más morboso de esta etapa: la comunidad de embarazadas (los foros); páginas y páginas de entradas de mujeres, que como yo, nadaban en dudas, pero que además necesitaban consuelo, consejo o simplemente alguien que las escuchara (o en este caso las leyera). Me adentré en ese mundo porque lo primero que pensé fue ¿por qué si hay publicaciones para cada duda que te pueda surgir semana a semana ellas preguntan eso mismo? Así que comencé a leer.

Lo primero que te pide el foro es que te unas a un grupo, te encamina hacia el del probable mes de nacimiento de tu hijo, entonces ves que hay como mil más, además de los de cada mes y año están los que dicen "madres primerizas", "buscando bebé", "embarazo adolescente", "embarazo de más de 35" y la lista es interminable, entonces lees títulos como "urgente", "ayúdenme", "¿les ha pasado?" y sinceramente el morbo me ganó y comencé a encaminarme a esas publicaciones que a veces son risibles, a veces aterradoras, tristes o simplemente difíciles de digerir, pero te topas con cosas que has pensado y la realidad es que dejas de sentirte sola y perdida.

Pero he de admitir que soy la peor criticona del mundo y por eso me abstengo de escribir en el foro, de hecho sólo llevo dos post uno preguntándoles si preferían parto o cesárea y otro en el que les puse un espantoso video de cómo se hace una cesárea (porque yo no me iba a quedar sola con ese trauma); pero si algo me aterra es la capacidad de las faltas de ortografía que tienen algunas de esas mujeres (dije ser la peor de las criticonas), pero lo peor es cómo ellas logran hacer que una situación simple sea un terror, las que tengo más presentes son las de la mujer a la que la mordió una araña y ya daba a su bebé por muerto porque ésta la picó a un costado del abdomen y las demás enviándola al médico; otra que convirtió un dolor de estómago a sus 15 semanas en trabajo de parto y la última aquella que juraba que su bebé se había roto el pie porque la había pateado con mucha fuerza en las costillas; pero no crean que me lo quedo guardado lo hago plática a la hora de la comida o se lo cuento al padre de mi hijo para que sepa que al menos no estoy tan tonta ni perdida, pero gracias a estas pláticas uno de mis amigos me nombró "la ForoAdicta" y siempre que le cuento lo que leo me dice "¿por qué lees eso?", con cara de asco, y le digo me divierte.

Algo lejos de lo divertido está lo triste aquellas que iniciaron su inscripción en el foro contigo y perdieron a sus bebés y te duele el corazón con ellas, pero hubo una a la quise matar hace un mes, bien te dicen "después de la semana 21 tu bebé se debe mover" y definitivamente se mueven y conforme pasa el tiempo comienzas a distinguir cada parte de su pequeño ser, las patadas son una grosería conforme van creciendo, pero como te alegras de sentirlas porque sabes que está bien. Entonces retomando mi coraje de hace un mes una mujer relató como dejó de sentirlo toda una tarde, dejó pasar la noche y todo el día siguiente cuándo además sintió caer el peso "muerto" de su hijo cuándo se levantó de la cama, fue hasta el tercer día que se presentó al médico y este además de regañarla le dijo lo que ella negaba "su bebé se había ahorcado dos días antes y si hubiese corrido al médico de inmediato, como lo aconsejan ellos tantas veces, aún lo hubiera tenido con ella", me dio tanto coraje porque además tuvo el atrevimiento de culpar al destino y a dios por tal descuido; pero eso no era lo peor sino que era la segunda vez que le sucedía. ¿Ahora entienden mi molestia? No es que yo sea super mom o la embarazada experta, pero se supone que para eso te inscribes en esa página y en esos foros para estar enterada; además  te dan instrucciones los médicos (hasta los IMSS) o tu mamá, no es como que vivas sola en una cueva y hasta esas creo que son más precavidas.

Hasta hoy aún navego en el foros viendo qué me encuentro, mujeres con aspiraciones psicópatas hacia sus maridos porque juran que las engañan, pese a que no tienen pruebas o los hombres tiempo, otras que juran que sus suegras conspiran en su contra para robarse a sus maridos y a sus bebés (hasta me dan ideas) y las que aún temen que su bebé se rompa el tobillo si patean sus costillas; lo que si les recomiendo es que busquen una página que les diga semana a semana que esperar, es más sencillo; yo hasta tengo la aplicación de la página que es la onda porque día a día me recuerda que debo tomar agua, caminar un poco y por qué no hasta me aconseja ir al cine para despegarme y darle sus besotes a mi casi marido para que sepa que lo amo y no todo es bebé (eso será tema de otro día).

Por ahora así  es como llegué a ser ForoAdicta es divertido, pero lo mejor es no creer que ellas son tus mejores amigas sólo porque comparten un estado contigo, tus mejores amigas son con las que vas al cafecito, a comer, te mandan mensajitos, hablas por teléfono o hasta escribes en el messenger y te despejan la mente con chismes y chistes del mundo real.


jueves, 7 de junio de 2012

Cómo empezó

No es como que uno nazca sabiéndolo todo en la vida, pero que complicado es estrenar profesión, una para la que sólo tienes 40 semanas para aprender en lugar de cuatro años; en la que no te dejan tareas y la investigación es opcional, aunque eso sí tienes como 10 asesoras expertas en todas los temas y niguna coincide (suena como a sociología, pero es peor); sin embargo la titulación no es opcional al cumplir 37 semanas cualquier día comenzará tu nueva realidad laboral.

¿Cómo empezó mi transición? Fue lo más raro del mundo, uno confía en que lo que hace y deja de hacer está bien, sobre todo cuándo tienes tiempo practicando, lo que no recuerdas es que a veces de tanto sumar y restar te puedes confundir, entonces primero confié en que ya no sabía contar y le di una semana de duda al posible susto, cuándo vi que de plano ya las matemáticas no estaban a mi favor hice una comprobación, que me dijo "negativo" descansé como dos días y la duda permaneció, era momento de decirle al compañero de equipo quien reaccionó con una sonrisa, pero una frase muy trillada "lo que tú decidas te apoyo, ya sea sumarle o restarle a la ecuación", como la resta en este caso no me gusta decidí que si existía se sumaría, pasaron dos días más y realicé la segunda comprobación en compañía de amigas que me dijeron lo que yo ya casi tenía certero "positivo"; entonces antes de caer presa del pánico dije vamos al médico es quién podrá decir la verdad de las cosas, esa misma tarde fui a ese consultorio tomada de la mano de una de mis mejores amigas quién me decía "tranquila, respira", mi vida estaba cambiando por completo y de verdad que no podía respirar. La doctora me recostó en una fría cama de consultorio, luego de haberme hecho una serie de interminables preguntas sobre todo lo que he hecho en mi vida (¡miedo atravesar todos esos recuerdos!), colocó un enorme tubo con una cámara hacia la región menos transparente de mi ser y lo vi: un punto negro, el primer vestigio de una vida de cuatro semanas dentro de mí, no lo podía creer y salí de ahí con un folder en la mano con las primeras fotos de lo que se convertirá en mi primer hijo, ¿se imaginan? Lo primero que hice fue llamar a su padre y decirle "estoy embarazada", su reacción fue la última que esperaba, gritó de felicidad y antes de que le pudiera decir tenermos que esperar hasta la semana 12 para hacerlo público, él ya lo había puesto en Facebook.

Entonces empezó la aventura con planes, pláticas interminables, pero sobretodo decisiones que cambiarían tres vidas, dos ya en la tierra y una por venir. Pero como dije uno no nace sabiéndolo todo y cuándo empiezan a pasar las semanas y notas como todo empieza a cambiar nacen las dudas, nadie te ayuda a resolverlas y tu médico siempre va a decir "no te preocupes, eso es normal", pero ¿qué es normal en el parámetro de qué? porque para mí no era normal tener sueño todo el tiempo, querer papas con mucho limón y que el olor a mayonesa me pareciera lo más molesto del mundo. Entonces recordé algo que he visto cientos de veces en las clases de la maestría: vivimos en la Era de la Información y del Conocimiento; es decir todas las respuestas están en la red, es hora de ponerse a estudiar; ahora 29 semanas después llegando a la 33 con siete semanas por recorrer siento que ya lo leí todo y le explico sus dudas a todos, pero yo aún tengo demasiadas en mi mente.

Este es el inicio de mi camino de periodista a mamá, prometo contar más cosas y espero les sirvan.