miércoles, 12 de diciembre de 2012

Situación sentimental vs estado civil

La molesta pregunta ¿cuándo se van a casar? se ha vuelto una letanía en mi familia, cada que la escucho de mi abuela la ignoro, cuando la escucho de mi mamá sólo digo "pronto" y cuando mi suegra me dice que mi abuela le dijo que quiere que me case con el Sr. Z, bueno ya no sé ni qué contestar, sobre todo cuando mi madre se aunó al comentario de mi abuela "cómo van a bautizar, mejor que de una vez se casen".

Como le respondí a mi madre un día que me harté "para mí el matrimonio no está en un papel", para mí estar casada tiene que ver con la manera en qué manejo mi relación, la manera en que me llevo con mi MARIDO ( y sí para mí es mi marido, con o sin papelito en mano), la forma en que él me habla, me respeta y sobre todo como me presenta.

Creo que hace muchos siglos perdimos la capacidad de respetar a nuestras familias y a nuestras parejas  y fue por ello necesario hacer leyes y reglas que se relacionaran con el matrimonio; según la Real Academia de la Lengua Española el matrimonio es "la unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales", a mí eso de las leyes y los reglamentos no me gustan mucho, son necesarios, pero ¿por qué esa necesidad de poner el amor en términos legales?

En mi situación sentimental estoy casada, para cuestiones legales vivo en "unión libre", yo creo que el matrimonio debería ser eso una unión libre entre un hombre y una mujer que tiene de por medio el amor suficiente para formar una familia; tal vez si me hubiera gustado una ceremonia ridícula, pues es el sueño de cada niña que jugó con barbies, pero puedo vivir feliz sin ello pues ya tengo una hermosa familia de cuento de papá, mamá y bebo.

Sé que en algún momento tendremos que firmar esas legalidades para hacernos la vida más sencilla, pero si me lo vuelven a preguntar yo ya estoy casada sin formalidades. 

Lo que sí es que para el día que firme el papelito necesitaré algo nuevo (un vestido), algo viejo (el novio), algo prestado (mi hijo) y algo azul (quizá los zapatos); digo por lo menos sí me confrontaré a la legalidad seré supersticiosa. 

martes, 11 de diciembre de 2012

lactancia materna: la fea cara del IMSS

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lactancia materna exclusiva es la mejor forma de alimentación para un bebé de los 0 a 6 meses y estoy completamente de acuerdo, he leído sobre el tema hasta el cansancio.Sin embargo, cuando se trabaja y no se tiene tiempo de ir a amamantar o extraerse la leche, la lactancia mixta es el primer paso que después se convertirá en lactancia con fórmula.

No es malo darle de comer a un bebé con fórmula, existen millones de casos de mamás que no pudieron dar pecho por diferentes circunstancias y estoy segura que tienen niños perfectamente sanos, no se vale satanizar a la mamás de fórmula. A mí me satanizaton el viernes y me negaron un derecho en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Mi Little Monster ya cumplió cinco mesesotes e iba a su revisión mensual, donde en todas y cada una de las anteriores se me entregaron cuatro latas de fórmula láctea, ya que soy madre trabajadora y saben que la lactancia materna exclusiva en este país para una mamá que trabaja es casi imposible; pero en esta ocasión no sólo me dijeron no le voy a dar su receta para la leche, sino que además me mandó a un curso para retomar la lactancia, hace cerca de tres semanas el Monstruo sólo tiene leche de mami a las 4 de la mañana, por lo tanto yo supongo que ya casi no hay leche, sino es que no hay y lo del bodoque ya es pura maña. Ante este escenario es imposible retomar la lactancia y menos en un curso con las trabajadoras de servicio social que no tienen más de 23 años y ni un sólo hijo, tal vez conocen del tema pero no me da buena espina ir a que me manoseen mis miserías y me regañen ¿con qué derecho?

Entonces después de 10 minutos de discutir con la doctora del IMSS para que me diera mi receta de la fórmula, no me la dio, pero esto no se iba a quedar así, por lo que tomé cartas en el asunto y llamé al IMSS para levantar una queja de manera directa, pero mientras levantaba mi queja descubrí que cada quien maneja los nuevos programas a su conveniencia, ya que resulta que el programa de lactancia materna exclusiva es para las madres que son afiliadas por parte de los maridos (es decir que tienen la oportunidad de estar en casa con sus hijos), no para las madres trabajadoras; además es para las chicas que están en edad escolar, están afiliadas y deciden que amamantar les "da hueva", para ellas es la implementación de ese programa; no para las que trabajamos como burras ocho horas diarias.

Pero cómo les dije me negaron un derecho y yo no me dejo, ya se levantó la queja, se reportó a la doctora y me darán un número de reporte con el que el coordinador de la clínica deberá entregarme mi receta para la leche, sé que suena a mucho drama por unas latas que bien puedo comprar en el súper, pero no es el hecho de comprarlas o no (porque finalmente ya se compraron), sino porque no se vale dejarse porque la gente entiende las cosas a su mera conveniencia, ni de las burocracias, todos tenemos derechos y obligaciones en cada sociedad, y si uno cumple cabalmente con sus obligaciones, ¿por qué debo aguantar que pisoteen mis derechos?

Lo justo sería promover una inciativa para que en México den seis meses de incapacidad para dar lactar a los niños como es debido ¿o no?

martes, 4 de diciembre de 2012

Ciudad en pedazos

Mi México está herido, hace 12 años se nos prometió una transición democrática que trajo consigo al presidente más risible de la historia de nuestra nación, tan cómico que el Sr. Fox rebautizó escritores, creó chistes (ahora comunes) como las "lavadoras de dos patas" y para finalizar tal seguidilla de tonterías se consiguió un vocero, el más conocido de la historia Don Rubén Aguilar con la valiosa frase "lo que el señor presidente quiso decir fue... ". Después de eso llegó Felipe Calderón con un dejo de rencillas tras él, ya que al colocarse en el poder como un "espurio" (que quedé claro que así lo llamaron muchos, yo no) el señor López se fue de gira por el país para decir que él era el verdadero presidente, hasta se sentó en una silla presidencial "pirata". Y hoy se levanta ante nosotros el presidente número 66 con el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no se puede revolucionario e institucional al mismo tiempo, pero en México todo se puede.   

Lamentablemente mi ciudad se vio empañada de actos vandálicos el día de la entrega de la banda presidencial, lo que más me dolió fue Bellas Artes rayado, no es posible, hablan de cultura, de cambio, de no dejarnos de un dinosaurio, de crear un país mejor sin corrupción, de educación y te topas con que un sábado cualquiera se destruye el centro de tu ciudad, ese punto donde ha nacido todo, donde nació la gran cultura Mexica, donde la Revolución se peleó en cada esquina y donde yo nací como periodista.

Sé que dicen que fueron grupos de choque, que les pagaron, que nada tienen que ver con los #YoSoy132 (¡ups! debo tener cuidado porque seguramente les tendré que pagar el uso de su nombre aquí y en mi tesis), pero ¿qué pensar? cada quien cuenta la historia que más les conviene, pero a mí me preocupa más saber ¿quiénes fueron los vándalos?, ¿quiénes se atrevieron a  destruir mi ciudad y atacar a mis compatriotas?, todo con la excusa de que el PRI vuelve al poder, de que Enrique Peña Nieto es el regreso del priísmo que conocemos, del imperio que vivimos 80 años, lo cierto es que nada lo justifica, y saben que es el lo peor que a EPN no le pasó nada y como a nadie de su familia tampoco, le VALE MADRES EL DESASTRE DEL CENTRO.

El sexenio va iniciando, hay mucha gente en contra de aquel que ya vive en los Pinos, muchos dicen que no gano, pero saben si tú no votaste por él, no significa que el de al lado tampoco, yo lo viví en mi casa, cada quien votó por quien mejor le convino y en mi familia (tristemente) ganó el copetitos; afortunadamente nadie se aventó los platos.


No sé si sufrimos otro fraude electoral, a mí el único que me consta es el de Carlos Salinas y porque la historia la demostró, pero ¿en qué México queremos vivir? en uno de desmadres porque el PRI volvió al poder, por mucho desmadre que se haga aquel no se baja de su silla y gente como tú y yo recibe las pedradas en la calle y llora amargamente porque la cultura y la educación son destruidas día con día, porque nos importa más salir a hacer una marcha que educar a nuestros niños, ellos sí son el futuro de nuestro país, el cambio verdadero, no ese tipito que se peina con moco de gorila todas las mañana para verse guapo, perdón, el señor presidente; él sólo va a estar seis años, ¿y nosotros dónde vamos a estar?

Luchando con el demonio rojo

Este post fue inspirado por la bloggera Desmadrosa de Desmadreado, cuyo post titulado El desmadre de conducir con tu bebé, me recordó la peripecias que he pasado yo conduciendo (además de que debo admitir que soy fan de las publicaciones de esa mujer), pero en mi caso conducir con mi Little Monster ha sido todo un caso, pues aprendí a manejar "bien" una vez que él nació.


Durante los 26 años que tengo de existir sobre la tierra (casi 27) el conducir un auto se resumió en un Jeep de Barbie que tuve a los ocho años y que terminó destrozado con el paso de los años; cuando cumplí 16 años mi abuelo sacó mi permiso, pero nadie tenía tiempo de enseñarme hasta que a los 18, después de sacar la licencia de conducir PERMANENTE (¡oh sí fui de esas afortunadas!), me inscribieron a un curso de manejo que duró una semana, un mes después del curso mi mamá me dejó sacar su auto que terminó en la pared del vecino de enfrente, lo cierto es que sólo me subí a la banqueta, no le pasó nada al coche, pero mi mamá siempre dirá que me estrellé con la pared. Así que dejé de conducir, de ahí en adelante mi primo me sacó ocasionalmente para darme uno o dos consejitos para que quizá algún día pudiera conducir mi propio auto.

Yo ya estaba bien resignada a ser pasajera y usuaria constante del transporte público, hasta tengo mis tarjetas de metro y metrobus (lástima que no hay del tren ligero), cuando apareció en el mapa el Little Monster y la insistencia del Sr. Z (ese es mi marido) de convertirme en conductora (¡maldita sea mi suerte!), me compró un coche rojo al que bautizamos como "Hellboy", es por eso lo de luchando con el demonio. Una vez que el coche llegó a la casa había que enseñarme a conducir ADECUADAMENTE...

Afortunadamente el Hellboy es automático, pero además no les dije ¡¡¡vivo en Xochimilco!!! la zona rey del tránsito de la Ciudad de México, donde además las calles son reducidas, porque los queridos nativos construyeron donde quisieron y como quisieron, por lo que las calles están hechas a como Dios les dio a entender, además de que todo es cerro, por lo que las subidas y bajadas son endémicas (como los ajolotes), entonces un demonio automático es la opción.

Para ya no hacerles la historia tan larga a los dos días de conducir de manera frecuente (es decir Íker tendría un mes) me estampé con la parte trasera de un matiz (que por cierto son de plástico) que estaba estacionado en una bajada de una calle de dos vías, donde los espacios en ciertos momentos se reducen a un carril y además no hay banquetas (yo dije que era inevitable, mi marido y mi cuñado dicen que soy mensa). Aproximadamente una semana después un montón de vagos en un jetta viejo me pusieron un rayón con la intención de que me bajara (o no sé), pero al ver que eran seis hombres con cara de maleantes y yo con un bebé de un mes y días en la parte trasera decidí que sus intenciones no eran buenas y escapé de ahí (segundo asalto); y el tercero y último fue hace unas semanas cuando una estúpida camioneta de policía no me dejaba pasar a mi casa, estando a una calle, cuando me dijo "si cabe la dejo pasar", reto al demonio que llevo dentro y sí le acomodé un rayón del otro lado, al menos ya quedó parejo jajajaja y claro me gané un regaño en dosis del Sr. Z. 

Lo cierto es que aprender a manejar en la Ciudad de México, viviendo en Xochimilco y con un bebé de cuatro meses y medio como pasajero es el total referente de la frase "aprender a amar a Dios en tierra de indios".


viernes, 30 de noviembre de 2012

La Guardería: una buena amiga de mamá

El tema de la guardería siempre es complicado, hay quienes dicen que "son lo peor, que ni loca metería a mis hijos en una", y otras "es maravilloso, permite a los niños ser más independientes e inteligentes", la verdad yo pertenezco al segundo grupo. Desde que estaba embarazada consideré la guardería como primera opción y no porque no hubiera quien cuidara a mi hijo, sino porque consideré que los niños de hoy de madres que trabajan crecen así y es un desarrollo bastante positivo, es la nueva forma de crecer en esta era (si mamá trabaja).

En mi trabajo existe un Centro de Apoyo a la Madre Profesionista (el nombre lindo de la guardería), pero a esta sólo puedes acceder si eres trabajadora de planta con una previa solicitud y un sin número de requisitos, después de intentarlo un buen rato me rendí, pues me la hicieron muy cansada, ya hasta estaba optando porque alguien me hiciera el favor de cuidarlo (muy a regañadientes de mi parte); entonces encontré que a sólo dos cuadras había otra guardería y esta estaba afiliada al Seguro Social, por lo tanto yo tenía pase directo, investigué y resultó que era de las mejores de la zona, las cuidadoras estaban bien calificadas y la supervisora recibía el título de  "perra maldita exigente", es decir era el mejor lugar.

Una vez que nació mi Little Monster y llegaron sus 47 días de edad ingresamos al periodo de adaptación en la guardería, me preparé para lo peor, porque me dijeron"los dejan llorar hasta que se quedan dormidos", "los hacen que tomen su mamila y los dejan solitos con ella"; en esa versión aquello era un horror, pero siempre les entregué el beneficio de la duda y me llevé una grata sorpresa, bebé que llora, bebé que es levantado y consolado en brazos, tienen ejercicios de estimulación temprana, su leche se las dan con mucho amor recostados en brazos de sus "misses" y siempre hay alguien al pendiente de todos los niños que hay en la guardería. La verdad no pude quedar más tranquila cuando decidí que él pasaría parte de su miniinfancia ahí. 

El Little Monster entra a las 9 de la mañana a la "escuelita" y sale a las 17:00 horas, yo siempre intento ser puntual, cada que llego me recibe con una enorme y hermosa sonrisa porque sabe que he llegado y nos iremos a descansar o de paseo; pero lunes la historia cambió un poco, debo aclarar que cuando dejo al peque por las mañanas lo hace con la mejor de las disposiciones pues ya conoce a sus maestras a la perfección, pero el lunes (después de no haber ido el viernes por su intervención en el ojito) vio a su Miss y le regaló tremenda sonrisa y pataleo que me hizo saber que mi monstruo es cuidado y amado en ese lugar, mientras yo me encierro en el cubo de mi oficina a trabajar y a extrañarlo las 8 horas que estamos separados. 

Mi mejor regalo al ir por él a la guardería es encontrarlo de vez en vez en la lista de logros con que ya agarra la sonaja, se impulsa para sentarse con ayuda y que cuando su maestra canta él la corea a su manera con su lindo lenguaje; hago todo lo posible por seguir los fines de semana su rutina y hacer los juegos que le colocan para ayudarlo a crecer, por lo que no hay duda en la guardería encontré una buena amiga que me ayuda y me enseña a ser mamá.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Ojitos pispiretos: los 10 minutos más largos de mi vida

Los ojitos pispiretos le pertenecen a mi coqueto Tiki Tuki (así le decimos de cariño al bebo) quien últimamente se ha dedicado a hacerle ojitos a toda mujer linda que cruza su camino, o más bien a toda mujer que le cae bien; sin embargo mi peque nació con un problema congénito Diacroestenosis Bilateral (suena refeo, lo sé y es medio feo), es decir tiene el conducto lagrimal muy reducido y por ende tapado (¡bonita herencia mami!).


Mi mamá me lo advirtió desde que nació, que eso mismo tenía yo y que me habían despatado el lagrimal por un sondeo, pero ya sabrán madre cobarde y padre miedoso fuimos con los pediátras con la esperanza de que nos dieran otro diagnóstico, finalmente dos de dos coincidieron en que probablemente tendría que hacerle un sondeo, pero dedicimos optar por el comentario "hay que ver como continúa"; sin embargo el asunto no continuó muy bien por lo que hace un mes fuimos con el oftalmólogo pediátra (¡oh sí! existe la especialidad), quien primero mandó un tratamiento de 20 días para finalmente decirme "señora hay que hacer un sondeo".

Por haber postergado la intervención por cuatro meses, mi pequeño tendría que ser dormido, ya que no se dejaría tocar su cara tan fácil como un bebé de un mes o mes y medio; sobre todo porque este Little Monster ya se defiende con manos y a patadas. Entonces llegó el día, el viernes pasado, llegamos a las 6:30 de la mañana a la clínica, para nuestra suerte el pequeño no lloraba pese a que tenía 8 horas sin comer, creo que debo agradecerle a Dora, la exploradora que lo tuvo entretenido por lo menos 15 minutos.

Una vez que llegaron el doctor, el anestesiólogo y el asistente ingresaron al pequeño a la sala de quirófanos, a mí me dejaron entrar con él pero hasta el área de admisión y recuperación; lo cual me pareció perfecto no hubiera podido resistir ver como le metían algo en su pequeña naricita y en su lindo ojito a mi pequeño; pero el médico me dijo "volvemos en 10 minutos", ¿para qué me dijo eso? conté con el reloj de la salita de recuperación los 10 minutos y juro que fueron largos, y no salía, ya tenía el alma en un hilo, traté de distraerme con Facebook, Twitter y hasta platicando por Whatsapp con mi querido marido y nada más no conseguía dejar de ver el reloj, ya habían pasado 27 minutos y medio, cuando escuché a lo lejos sus quejidos (fue el mayor alivio de mi vida), el Tiki venía adormilado y con el ojo izquierdo como si se hubiera topado con Pacquiao en el ring.

Lo tomé en mis brazos con todo el alivio del mundo y le di su rico biberón para mitigar los quejidos, gritos y llantos; el doctor dijo que ya deberá estar bien a partir de esta semana, como sea lo verá pronto para dar el diagnóstico final, pero todo suena a que Iki seguirá haciendo ojitos pispiretos a las chicas, ahora con más glamour pues no hay lagaña que lo impida.  

martes, 20 de noviembre de 2012

¿"Mala" periodista?

Lamento decir que he tenido muy descuidado este blog de aventuras maternas, pero he estado muy ocupada vivíendolas, además de estar haciendo una tesis y trabajar cuál pequeña loca para que mi jefe no diga que "no soy colaborativa, ni apoyo al equipo" y ¿quién del equipo me apoya a mí cuándo se trata de ser madre? Exactamente NADIE.

Hace tres o cuatro semanas aproximadamente me llamaron la atención, porque aparentemente yo tenía un problema de actitud, por lo que no estaba haciendo mi trabajo "adecuadamente", todo a causa de dos ocasiones que no estuve en la oficina a las 9 en punto de la mañana y una que me desaparecí después de la comida (porque choqué), lo que provocó tres semanas sin auto y claro días de impuntualidad, pero están de acuerdo que es un caos viajar con un niño en taxi, camión y todo lo conocido como transporte público en la Ciudad de México y a eso sumarle que a mi Little Monster le dio por agarrar una gripa de miedo el día que me pidieron que cubriera "el evento más importante de los profesores" (montón de mierda); y pese a todas las faltas anteriores mis notas y mi trabajo siempre estuvo a tiempo y en forma... ¿dónde estaba el problema? en mis apariciones físicas.

Sin embargo lo que descubrí el día que me "llamaron la atención" es que todas las mamás son empáticas y una vez que expones tu catástrofe como madre primeriza obtienes la linda respuesta de la jefa (de tu jefe): "para tu suerte sé lo que es ser madre y dos veces y lo que necesites yo te apoyaré"; ¡Dios! me volvió el alma al cuerpo y supe que no me correrían después de eso y que claro las enfermedades y demás travesuras de mi hijo ahora son totalmente comprendidas.

Lamentablemente sigo siendo periodista y digo lamentablemente, no porque lamente mi profesión, me encanta y me seguirá encantando, sino que los jefes esperan que siga haciendo coberturas a deshoras, que sobreponga mi hora de salida, que implica ir por mi hijo, y me quede dos horas más sólo porque surgió una conferencia "sorpresa", eso no pasará; claro que seguiré redactando, haciendo reportajes de cosas importantes y trascendentes, porque para eso decidí ser periodista para cambiar con las letras y la información un poco de lo asqueado y horrible que está el mundo.

Pero lo siento mi estelar de cada día es que me digan ¿Qué hizo mi pequeño hoy? Si ya sabe tomar la sonaja por sí solo se lo anunciaré a su padre y demás familiares, además de que será colocado en Facebook como la mayor aventura del día.

En efecto en este camino voy de periodista a mamá. 

viernes, 28 de septiembre de 2012

El Gran Día

Desde que empezó julio me la pasé esperando que cada molestia que sentía y cada caminata que hacía me llevarán hacía el desencadenamiento del parto para por fin tener a Íker en mis brazos y que nos dejáramos de incomodar mutuamente, pero simplemente todo parecía infructuoso; entonces fui a mi última cita con la doctora, me hizo un estudio, dónde descubrió que mi querido bebé estaba enredado de la cintura a los pies y que además era demasiado grande para nacer sin complicaciones por un parto natural, por lo que sugirió aquello que yo nunca quise: una cesárea de emergencia. Pase todo mi embarazo de manera tranquila, haciendo todo lo posible por tener un parto natural, pero como dice mi abuelita "tú propones y Dios dispone", así que se fijó el día (10 de julio) y más o menos la hora del nacimiento de mi pequeño.

Ese martes a las 4:30 de la madrugada mi marido se despertó, estaba más ansioso que yo, llevó las maletas al auto, mientras yo me bañaba y me vestía. Llegamos al hospital a las 6 de la mañana como lo dispuso la doctora, para las 7:30 de la mañana mi mamá había llegado pues no podía con la preocupación, para las 8 yo estaba casi lista para irme al quirófano y decidieron que mi mamá iría conmigo pues su experiencia en quirófanos nos haría sentir más seguros a todos. Yo no estaba nerviosa, de hecho respiraba profundo y me decía "todo es por el bien de los dos". Entré a quirófano, mi mamá platicaba conmigo, lo mismo que el anestesiólogo, quien me durmió del diafragma hacia abajo, mientras que mi mamá preparaba el video para grabar a su nieto al nacer. Una vez con todo dormido sólo escuchaba ruidos y de repente sentí como me movieron toditas mis "tripitas", después de unos minutos escuché el grito que tanto había esperado, a las 9:40 de la mañana del 10 de julio mi bebé había llegado al mundo.

Mi mamá me lo presentó, era tan lindo, todo rojo y gritón; era quién había vivido y crecido dentro de mí durante las últimas 37 semanas, era mi hijo, entonces se me olvidó todo y pensé "ya que se apuren a sacarme de aquí, quiero cargarlo". Lo que no sabía es que en las horas siguientes mientras se pasaba la anestesia comenzaría a dolerme todo mi ser y no sólo eso, sino que no me quería ni mover; pero a las 7 de la noche que entró por la puerta del cuarto mi bebé olvidé que me dolía todo y quería levantarme, cargarlo y hacer todo lo posible por salir de ahí y llevarlo conmigo.

Después de esos tres días en el hospital fui a casa de mi abuela, donde mi mamá se encargó de cuidarme y logró algo excepcional, bajarme 12 kilos en 10 días, pero no sólo eso sino que disfrutó los primeros momentos de vida de su nieto, que he de decir fue un niño muy latoso, pero hermoso. Cuando cumplí 20 días después del nacimiento de Íker partimos de vuelta a nuestro hogar con su papá; pero complicado fue aprender a dormir los 3 juntos, cosa que se abandonó justo cuándo Íker cumplió los 40 días de nacido, ahora duerme en su cama hasta las 4 de la mañana y después vuelve a nuestra cama (es que lo extraño).

Han pasado dos meses y medio desde el gran día del nacimiento, desde las 3 semanas del intenso dolor en el abdomen, que no me podía ni reír, y todo parece que fue ayer, tengo miles de historias que contar, pero hasta hoy pude sentarme a decirles cómo fue que llegó a este mundo mi persona más importante.

martes, 26 de junio de 2012

El temible Seguro Social

El tener a tu bebé en el Seguro Social es cuestión de mucha calma, digo yo espero tener la fortuna de ocupar mi seguro de gastos médicos mayores y que nazca en un particular; pero después de lo vivido esta última semana, no sé si la gente está loca o en verdad la culpa es toda del seguro.

Primero hace una semana me tocó ir a una plática que es necesaria para que te pasen con el especialista, porque sino vas nunca tendrás tu cita, pero la plática fue todo lo que no me esperaba, para empezar te citan a las 7:30 de la mañana para que pases hasta las 8 a una salita de juntas junto a las camas dónde están ingresadas las recientes madres; entonces ves caras de "ya me quiero ir" o escuchas ronquidos de lo que fue una larga noche, pero finalmente te sientan y llega la trabajadora social con la nutrióloga, una enfermera y un médico; la primera en hablar es la nutrióloga que se la pasa 35 minutos diciéndote que es importante amamantar a tu bebé y que tú tomes agua mientas haces esto (35 minutos para eso); una vez que ella termina pasa la enfermera con un muñeco para enseñarte la posición en que debes colocar a tu bebé para darle de mamar, en eso se te va otra media hora porque te dice y le tiene que dar su leche porque nosotros ya no les vamos a dar fórmula por parte del IMSS y eso sale más caro, pero cuándo termina su sermón pregunta cuántas madres trabajadoras hay y cambia todo sentido con la frase "okei a ustedes se les va a entregar su leche de fórmula cada mes en su clínica", entonces ya no sabes ni que demonios creer.

Entonces llega el momento más divertido cuándo pasó el Dr. Cubano (no sé como se llama, pero es cubano jaja) y dice "bueno pues cuándo se sientan mal vienen a urgencias... si se les rompe la fuente vienen a urgencias... si les duele la cabeza vienen a urgencias" para no hacerles el cuento largo hasta un dolor de uña te remitía a urgencias; entonces tuvo que hacer tiempo porque la trabajadora social andaba resolviendo "un caso de la vida" así que comenzó a preguntarle a cada una su edad y que número de embarazo era; para empezar yo era la mamá primeriza más grande del lugar, de ahí en fuera todas las que rondaban mi edad iban por su segundo o tercer hijo y las que eran más grandes era el cuarto o quinto, amigos sí seguimos teniendo un problema de educación en este país, necesitamos que se base en "ten los hijos que puedas mantener dignamente"; pero esos no fueron los casos que más me sorprendieron, sino el que se ganó mi atención fue el de una mujer que era su segundo bebé, era madre soltera por segunda ocasión tenía 14 semanas de embarazo e iba porque era de alto riesgo ya que padecía artritis reumatoide juvenil y mientras está embarazada deja de tomar su medicamento lo que la hace tener dolores muy fuertes todo el tiempo en las articulaciones de su cuerpo y pues ni se diga el parto, pero además tenía un hematoma entre la placenta y el útero y tenía poco que se lo habían detectado por lo tanto tenía riesgo de TODO, lo que me sorprendió después de que contó su historia fue la seriedad con que el médico le dijo "señora usted y yo tenemos que platicar allá afuera, porque está poniendo en riesgo su vida, es madre soltera y ¿quién se va a hacer cargo de su hijo?", ¿en serio vivimos en un país dónde alguien que se tiene qué hacer cargo de una pequeña vida es tan irresponsable?.

Planteada esa duda partimos a visita del lunes a urgencias, pues resulta que amanecí con la panza dura, pero como ya me había pasado el domingo y rescotándome y tomando un baño de agua caliente se me había quitado pensé que el tratamiento funcionaría por segunda ocasión; pero ¡oh, sorpresa! no funcionó; así que mi señor me llevó a la sala de urgencias de la clínica 32, la que yo sugerí porque dije "no tengo nada y me van a devolver a mi casa", lo divertido fue que me ingresaron para hacer una prueba de bienestar fetal, ya que pese a que no tenía dilatación y todo conducto por el que pudiese salir mi hijo estaba cerrado yo tenía contracciones sin dolor muy continuas; entonces nos encerraron durante cuatro horas para un monitoreo fetal, donde primero me pasaron un suero, después me pusieron unos monitores sobre la panza para escuchar su corazón y ver la intensidad de las contracciones; pero mientras esto me ocurría a mí en la cama de enfrente estaba una mujer en labor de parto, que todo el tiempo se quejaba, pero conforme aumentaron sus contracciones los gritos empezaron con algo así como "yaaaaaaa, sáquelo", "ya no puedo", "yo no sé como las mujeres pueden hacer esto más de una vez", "yaaaa", eran unos gritos lastimeros que lejos de asustarme me daban risa, lo mejor eran los residentes tratando de calmarla, pero entonces llegó la jefa de enfermeras (esas nunca perderán su fama de malvadas, mi mamá lo fue en sus épocas de enfermera, pero creo que era demasiado buena); entonces le dijo "deja de gritar que estresas a tu bebé, baja su ritmo cardiaco y no estás aprovechando las contracciones para pujar; así que cállate y puja", que trauma porque además la mujer no quería pujar; en ese drama se les fue una hora, hora en la que el suero que me pusieron para mitigar las contracciones se acabó y empezó a salirme sangre por el catéter, cosa que no me divertía mucho, pero me distraía el grito de "por favor ya sáquenlo"; la verdad es que ni me asustó eso, me asustó más el diágnostico que me dio el médico que consiste en que mi hijo probablemente llegue a este mundo en una semana más porque ya tengo actividad uterina, eso significa que cualquier día se rompe lo que se tenga que romper y se dilata lo que sea necesario y él llega al mundo. La verdad eso me gusta para calmar mi ansiedad, porque pronto abrazaré a mi bebé entre mis brazos, lo que sí prometo es no gritar para que su llegada sea más pronta.

Lo que sí tengo es el recuerdo de mi bonito identificador de tela adhesiva del IMSS.
 

martes, 12 de junio de 2012

¿Y la panza?

Si algo me pudo traumar desde el inicio del embarazo era el cuándo me saldría la panza, si se me botaría el ombligo y si me saldrían las espantosas estrías; tuve mucha suerte mi panza ha sido pequeña, pese a lo enorme que ya es a los siete meses casi ocho, y aún así no es de las dimensiones que he observado en otras mujeres; no se me botó el ombligo y las estrías aún no hacen su aparición, pero esta última es gracias a los montones de crema que pongo en mi panza tanto en la mañana como en la noche y los trucos que me dice mi mamá, como que me ponga alcohol antes de la crema para que esta se absorba mejor.

Sin embargo, el comentario que no olvidaré y siempre interpretaré como envidia fue "sino supiera que estás embarazada sólo diría que estás más gorda", juro que en ese momento estuve viéndome por todos los ángulos existentes para ver si en verdad sólo era más gorda, entonces comenzó a urgirme que me saliera panza, pero a los cuatro meses sólo era como un bultito que aún cabía dentro de mis pantalones habituales, pero aún así fui a buscar ropa de embarazada, en realidad mi clóset embarazoso no es muy grande, consta de dos pantalones, un overol, una blusa y un vestido (este último destinado a dos bodas) y creánme no traigo lo mismo todos los días y juro que me veo bien (jajaja) porque como mi panza no ha crecido demasiado aún cabe dentro de mis blusas habituales, ahora sí aplica la frase de todas las mamás "de la moda lo que te acomoda" y hay días que quisiera quedarme todo el día en camisón o en calzones con tal de no tener que vestirme, porque siento que nada me queda, creo que conforme avancen los meses esto va a empeorar, pero siempre existirán esos vestidos de resorte arriba que mi mamá cose en su máquina y la verdad son lo más fresco del mundo.

Pero yo tengo algo que ustedes no, una abuela a la que le molesta que se me marque la panza y me pide que use "batitas", les soy sincera no hay cosa más horrible que las batitas de hace algunos años, esas que tenían un moño gigante al frente en el que parecías carpa de circo, porque he visto que conforme pasan los días me siento más enorme y eso no es lo peor sino que me siento así, cuándo dejé de ver mis pies al bajar la mirada dije "ya no hay vuelta atrás", ahora no es sólo eso sino que si la televisión está al  nivel de la cama o de la sala y yo estoy acostada me pierdo de la mitad de la pantalla (jajaja), pero me he acostumbrado.

Lo que amo de mi panza es que sé que es lugar más seguro del mundo donde puede estar mi bebé, ahí nada le pasa, temo el momento en que esté fuera y "lejos" de mí, porque eso sí lo más lejos que lo aceptaré de mí es a cuadra y media de distancia, porque sé que de no ser así me volveré loca, después de tantos meses de dedicarme a conocerlo, de saber que odia el calor, los ruidos agudos y la música de Rocío Durcal (este último creo que es de herencia); pero que su música favorita es el Heavy Metal y se puede poner muy de buenas con la canción "flower" de Moby; además de que es fan de las bailarinas de árabe y hawaiano (hombre al fin y al cabo) y que cuándo su papá llega y pone su mano sobre mi panza él comienza a moverse y a patear como si le diera todo el gusto del mundo saber que llegó.

Lo que les puedo dejar es que aprovechen que la ropa de embarazadas ya no es fea, puedes ser totalmente tú en tu estilo, ya sea hippie, rockera o fresa y que si algún día tienen una enorme panza con bebé adentro hay que disfrutarla, conocer al ser que vive dentro y empezar a darle todo el amor del mundo, porque nunca volverá a estar más seguro.


viernes, 8 de junio de 2012

La ForoAdicta

Les dije que sabía por mis clases que vivimos en Era del Información y el Conocimiento, pero que complicado es comenzar a buscar, pones la palabra "embarazo" en google y lo primero que quieres saber es "si vas a tener suerte", pero eso no te lo dice google, te manda a páginas como wikipedia que te explica con todos los tecnicismos posibles qué es el embarazo y de ese estilo otras 20 páginas con terminología médica, de repente imposible o hasta asquerosa de leer.

Cuando finalmente encontré la página que me decía semana a semana lo que me pasaba (en español y hasta con algo de cariño) y que además tenía la amabilidad de darme consejos para que mi vida de embarazada fuera más llevadera me topé con el descubrimiento más morboso de esta etapa: la comunidad de embarazadas (los foros); páginas y páginas de entradas de mujeres, que como yo, nadaban en dudas, pero que además necesitaban consuelo, consejo o simplemente alguien que las escuchara (o en este caso las leyera). Me adentré en ese mundo porque lo primero que pensé fue ¿por qué si hay publicaciones para cada duda que te pueda surgir semana a semana ellas preguntan eso mismo? Así que comencé a leer.

Lo primero que te pide el foro es que te unas a un grupo, te encamina hacia el del probable mes de nacimiento de tu hijo, entonces ves que hay como mil más, además de los de cada mes y año están los que dicen "madres primerizas", "buscando bebé", "embarazo adolescente", "embarazo de más de 35" y la lista es interminable, entonces lees títulos como "urgente", "ayúdenme", "¿les ha pasado?" y sinceramente el morbo me ganó y comencé a encaminarme a esas publicaciones que a veces son risibles, a veces aterradoras, tristes o simplemente difíciles de digerir, pero te topas con cosas que has pensado y la realidad es que dejas de sentirte sola y perdida.

Pero he de admitir que soy la peor criticona del mundo y por eso me abstengo de escribir en el foro, de hecho sólo llevo dos post uno preguntándoles si preferían parto o cesárea y otro en el que les puse un espantoso video de cómo se hace una cesárea (porque yo no me iba a quedar sola con ese trauma); pero si algo me aterra es la capacidad de las faltas de ortografía que tienen algunas de esas mujeres (dije ser la peor de las criticonas), pero lo peor es cómo ellas logran hacer que una situación simple sea un terror, las que tengo más presentes son las de la mujer a la que la mordió una araña y ya daba a su bebé por muerto porque ésta la picó a un costado del abdomen y las demás enviándola al médico; otra que convirtió un dolor de estómago a sus 15 semanas en trabajo de parto y la última aquella que juraba que su bebé se había roto el pie porque la había pateado con mucha fuerza en las costillas; pero no crean que me lo quedo guardado lo hago plática a la hora de la comida o se lo cuento al padre de mi hijo para que sepa que al menos no estoy tan tonta ni perdida, pero gracias a estas pláticas uno de mis amigos me nombró "la ForoAdicta" y siempre que le cuento lo que leo me dice "¿por qué lees eso?", con cara de asco, y le digo me divierte.

Algo lejos de lo divertido está lo triste aquellas que iniciaron su inscripción en el foro contigo y perdieron a sus bebés y te duele el corazón con ellas, pero hubo una a la quise matar hace un mes, bien te dicen "después de la semana 21 tu bebé se debe mover" y definitivamente se mueven y conforme pasa el tiempo comienzas a distinguir cada parte de su pequeño ser, las patadas son una grosería conforme van creciendo, pero como te alegras de sentirlas porque sabes que está bien. Entonces retomando mi coraje de hace un mes una mujer relató como dejó de sentirlo toda una tarde, dejó pasar la noche y todo el día siguiente cuándo además sintió caer el peso "muerto" de su hijo cuándo se levantó de la cama, fue hasta el tercer día que se presentó al médico y este además de regañarla le dijo lo que ella negaba "su bebé se había ahorcado dos días antes y si hubiese corrido al médico de inmediato, como lo aconsejan ellos tantas veces, aún lo hubiera tenido con ella", me dio tanto coraje porque además tuvo el atrevimiento de culpar al destino y a dios por tal descuido; pero eso no era lo peor sino que era la segunda vez que le sucedía. ¿Ahora entienden mi molestia? No es que yo sea super mom o la embarazada experta, pero se supone que para eso te inscribes en esa página y en esos foros para estar enterada; además  te dan instrucciones los médicos (hasta los IMSS) o tu mamá, no es como que vivas sola en una cueva y hasta esas creo que son más precavidas.

Hasta hoy aún navego en el foros viendo qué me encuentro, mujeres con aspiraciones psicópatas hacia sus maridos porque juran que las engañan, pese a que no tienen pruebas o los hombres tiempo, otras que juran que sus suegras conspiran en su contra para robarse a sus maridos y a sus bebés (hasta me dan ideas) y las que aún temen que su bebé se rompa el tobillo si patean sus costillas; lo que si les recomiendo es que busquen una página que les diga semana a semana que esperar, es más sencillo; yo hasta tengo la aplicación de la página que es la onda porque día a día me recuerda que debo tomar agua, caminar un poco y por qué no hasta me aconseja ir al cine para despegarme y darle sus besotes a mi casi marido para que sepa que lo amo y no todo es bebé (eso será tema de otro día).

Por ahora así  es como llegué a ser ForoAdicta es divertido, pero lo mejor es no creer que ellas son tus mejores amigas sólo porque comparten un estado contigo, tus mejores amigas son con las que vas al cafecito, a comer, te mandan mensajitos, hablas por teléfono o hasta escribes en el messenger y te despejan la mente con chismes y chistes del mundo real.


jueves, 7 de junio de 2012

Cómo empezó

No es como que uno nazca sabiéndolo todo en la vida, pero que complicado es estrenar profesión, una para la que sólo tienes 40 semanas para aprender en lugar de cuatro años; en la que no te dejan tareas y la investigación es opcional, aunque eso sí tienes como 10 asesoras expertas en todas los temas y niguna coincide (suena como a sociología, pero es peor); sin embargo la titulación no es opcional al cumplir 37 semanas cualquier día comenzará tu nueva realidad laboral.

¿Cómo empezó mi transición? Fue lo más raro del mundo, uno confía en que lo que hace y deja de hacer está bien, sobre todo cuándo tienes tiempo practicando, lo que no recuerdas es que a veces de tanto sumar y restar te puedes confundir, entonces primero confié en que ya no sabía contar y le di una semana de duda al posible susto, cuándo vi que de plano ya las matemáticas no estaban a mi favor hice una comprobación, que me dijo "negativo" descansé como dos días y la duda permaneció, era momento de decirle al compañero de equipo quien reaccionó con una sonrisa, pero una frase muy trillada "lo que tú decidas te apoyo, ya sea sumarle o restarle a la ecuación", como la resta en este caso no me gusta decidí que si existía se sumaría, pasaron dos días más y realicé la segunda comprobación en compañía de amigas que me dijeron lo que yo ya casi tenía certero "positivo"; entonces antes de caer presa del pánico dije vamos al médico es quién podrá decir la verdad de las cosas, esa misma tarde fui a ese consultorio tomada de la mano de una de mis mejores amigas quién me decía "tranquila, respira", mi vida estaba cambiando por completo y de verdad que no podía respirar. La doctora me recostó en una fría cama de consultorio, luego de haberme hecho una serie de interminables preguntas sobre todo lo que he hecho en mi vida (¡miedo atravesar todos esos recuerdos!), colocó un enorme tubo con una cámara hacia la región menos transparente de mi ser y lo vi: un punto negro, el primer vestigio de una vida de cuatro semanas dentro de mí, no lo podía creer y salí de ahí con un folder en la mano con las primeras fotos de lo que se convertirá en mi primer hijo, ¿se imaginan? Lo primero que hice fue llamar a su padre y decirle "estoy embarazada", su reacción fue la última que esperaba, gritó de felicidad y antes de que le pudiera decir tenermos que esperar hasta la semana 12 para hacerlo público, él ya lo había puesto en Facebook.

Entonces empezó la aventura con planes, pláticas interminables, pero sobretodo decisiones que cambiarían tres vidas, dos ya en la tierra y una por venir. Pero como dije uno no nace sabiéndolo todo y cuándo empiezan a pasar las semanas y notas como todo empieza a cambiar nacen las dudas, nadie te ayuda a resolverlas y tu médico siempre va a decir "no te preocupes, eso es normal", pero ¿qué es normal en el parámetro de qué? porque para mí no era normal tener sueño todo el tiempo, querer papas con mucho limón y que el olor a mayonesa me pareciera lo más molesto del mundo. Entonces recordé algo que he visto cientos de veces en las clases de la maestría: vivimos en la Era de la Información y del Conocimiento; es decir todas las respuestas están en la red, es hora de ponerse a estudiar; ahora 29 semanas después llegando a la 33 con siete semanas por recorrer siento que ya lo leí todo y le explico sus dudas a todos, pero yo aún tengo demasiadas en mi mente.

Este es el inicio de mi camino de periodista a mamá, prometo contar más cosas y espero les sirvan.