viernes, 15 de febrero de 2013

Exageraciones y unos cuates

Dicen que uno como mamá primeriza es la más exagerada del mundo, para todo vamos al doctor y llamamos como desesperadas a nuestras madres en busca de la respuesta correcta, consuelo y en ciertas ocasiones, la razón.


Sucede que me llaman el lunes de la guardería, era la enfermera con una voz de preocupación diciéndome que mi Little Monster estaba muy enfermo del estómago, había evacuado cuatro veces y ya estaba tan rosadito que hasta le sangraba su culito; bueno como buena madre primeriza imaginé lo peor del mundo y salí corriendo a su rescate, cuál fue mi sorpresa que al llegar a hacerle el necesario interrogatorio a la enferma, no respondió lo que esperé.

Mamá Monster: Entonces ¿no ha comido?
Enfermera: Sí ha comido y muy bien, de hecho se ha terminado todas las papillas y la leche.
Mamá Monster: Okei ¿cómo ha hecho del baño?
Enfermera: Pues en realidad, de las cuatro evacuaciones, sólo una ha sido evacuación realmente, las otras 3 ocasiones sólo manchó el pañal, después de un gas.
Mamá Monster: Okei ¿y de la sangre en las rozaduras?
Enfermera: Es que ya tiene muy rojo y tenemos que en algún momento sangre.

Depués del interrogatorio subí por mi Monster, el cual pensé que estaría en un mar de molestias y/o lágrimas; bueno como les explico que me encontré con un bebé sonriente que tenía tomada su cobija de la punta con toda la intención de dormirse en cualquier momento. (¿exagerada yo?)

Claro que soy exagerada, alarmista, sobreprotectora y mamona, soy madre primeriza (aunque lo mamona ya lo traía de cajón); pero que la enfermera de la guardería sea exagerada es la perla de cada día, no quisiera que fuera descuidada o "valemadrista" pero sí me gustaría una versión más real de los hechos cuando levanto el teléfono (digo soy periodista no puedo evitar solicitar esto); creo que situaciones como esta se han derivado de las guarderías en las que han sucedido desgracias por descuidos y "valemadrismos", así que no sé si quejarme de ella o agradecerle. Lo que sí es que terminamos la tarde del lunes en el pediatra con el diagnóstico "diarrea por baba", cuando a los bebés les salen los dientes la baba es abundante, lo que provoca (en algunos casos) diarrea, además de la molestia y la comenzón que los peques ya tiene; me complace decir que el día de hoy mi Monster está tan sonriente como siempre, ya no está enfermo de su pancita tragona y sé que me recibirá un enorme abrazo y una mordida que él jura que es un beso.

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