lunes, 26 de noviembre de 2012

Ojitos pispiretos: los 10 minutos más largos de mi vida

Los ojitos pispiretos le pertenecen a mi coqueto Tiki Tuki (así le decimos de cariño al bebo) quien últimamente se ha dedicado a hacerle ojitos a toda mujer linda que cruza su camino, o más bien a toda mujer que le cae bien; sin embargo mi peque nació con un problema congénito Diacroestenosis Bilateral (suena refeo, lo sé y es medio feo), es decir tiene el conducto lagrimal muy reducido y por ende tapado (¡bonita herencia mami!).


Mi mamá me lo advirtió desde que nació, que eso mismo tenía yo y que me habían despatado el lagrimal por un sondeo, pero ya sabrán madre cobarde y padre miedoso fuimos con los pediátras con la esperanza de que nos dieran otro diagnóstico, finalmente dos de dos coincidieron en que probablemente tendría que hacerle un sondeo, pero dedicimos optar por el comentario "hay que ver como continúa"; sin embargo el asunto no continuó muy bien por lo que hace un mes fuimos con el oftalmólogo pediátra (¡oh sí! existe la especialidad), quien primero mandó un tratamiento de 20 días para finalmente decirme "señora hay que hacer un sondeo".

Por haber postergado la intervención por cuatro meses, mi pequeño tendría que ser dormido, ya que no se dejaría tocar su cara tan fácil como un bebé de un mes o mes y medio; sobre todo porque este Little Monster ya se defiende con manos y a patadas. Entonces llegó el día, el viernes pasado, llegamos a las 6:30 de la mañana a la clínica, para nuestra suerte el pequeño no lloraba pese a que tenía 8 horas sin comer, creo que debo agradecerle a Dora, la exploradora que lo tuvo entretenido por lo menos 15 minutos.

Una vez que llegaron el doctor, el anestesiólogo y el asistente ingresaron al pequeño a la sala de quirófanos, a mí me dejaron entrar con él pero hasta el área de admisión y recuperación; lo cual me pareció perfecto no hubiera podido resistir ver como le metían algo en su pequeña naricita y en su lindo ojito a mi pequeño; pero el médico me dijo "volvemos en 10 minutos", ¿para qué me dijo eso? conté con el reloj de la salita de recuperación los 10 minutos y juro que fueron largos, y no salía, ya tenía el alma en un hilo, traté de distraerme con Facebook, Twitter y hasta platicando por Whatsapp con mi querido marido y nada más no conseguía dejar de ver el reloj, ya habían pasado 27 minutos y medio, cuando escuché a lo lejos sus quejidos (fue el mayor alivio de mi vida), el Tiki venía adormilado y con el ojo izquierdo como si se hubiera topado con Pacquiao en el ring.

Lo tomé en mis brazos con todo el alivio del mundo y le di su rico biberón para mitigar los quejidos, gritos y llantos; el doctor dijo que ya deberá estar bien a partir de esta semana, como sea lo verá pronto para dar el diagnóstico final, pero todo suena a que Iki seguirá haciendo ojitos pispiretos a las chicas, ahora con más glamour pues no hay lagaña que lo impida.  

2 comentarios:

  1. Felicidades por tu hermoso Tiki Tuki ! y gracias a Dios que ya puede hacer ojitos pispiretos, llegué aquí por medio de tu post en la pagina de babys en facebook.

    Saludos!

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    1. Ey muchas gracias Rosa, espero que te haya gustado y lo sigas leyendo.

      Saludines :)

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